Esta semana me gustaría compartir con ustedes un grupo de animales que no me dejan de sorprender. En primer lugar por su tamaño, su capacidad de viajar kilómetros por los distintos océanos del mundo, su comunicación en un sistema muy dinámico y también por la paz que transmiten al verlos. Son el ejemplo de las maravillas que alberga el océano, y resultado de la adaptación de un animal terrestre que volvió al mar más fuerte que nunca. Pero a la vez, fueron y son tan vulnerables a la caza, o accidentes. Si, estoy hablando de las Ballenas, Misticetos, Gigantes del Mar, todos sinónimos de este animal carismático, que nos deja boca abiertos, y que hoy espero presentarles y transmitirle su importancia.
Salto de Ballena Jorobada (Megaptera novaeangliae). Foto: Gonzalo Muñoz García-Huidobro.
Algunas de las fotos que acompañan esta lectura son de Gonzalo Muñoz Garcia-Huidobro. Gonzalo estudió ecoturismo, es buzo autónomo y guía de avistamiento de ballenas. En esta oportunidad nos comparte fotografías tomadas en Caleta Chañaral de Aceituno, Región de Atacama (Norte de Chile). También tendremos fotos de Camila Contreras. Camila es una gran amiga, fotógrafa, que compartió conmigo su experiencia de avistamiento de ballenas en Punta Choros, Región de Coquimbo (Norte de Chile) ¡Muchas gracias chicos por ser parte de esta iniciativa!
Las ballenas, junto con los delfines, orcas, cachalotes, zifios, y más son mamíferos clasificados en el grupo Cetáceo. Este grupo lleva su nombre por el latín “Cetus” que significa “gran animal marino”. Hace 55 millones de años el antepasado que da origen a este grupo, vivía en la tierra, pero durante el proceso evolutivo, cambió su hábitat al ámbito marino y se adaptó a la vida acuática de tal manera que hoy es un grupo de mamíferos con un ciclo de vida completo en el agua.
Seguramente se estarán preguntando ¿Por qué son mamíferos, y cuáles fueron esos cambios que le permitieron “conquistar” un nuevo ambiente?
Estos son mamíferos porque son capaces de regular su temperatura corporal, tienen pelo en alguna etapa de su ciclo de vida, respiran por medio de órganos especializados llamado pulmones, y poseen una glándula mamaria de la cual se alimentan durante los primeros meses de vida (si, aunque no lo crean, los ballenas también practican la lactancia materna, como se puede ver en este video, en el que una cría de Ballena Azul (Balaenoptera musculus) se posiciona debajo de su madre para alimentarse).
Para poder sobrevivir al ambiente marino, los cetáceos tuvieron que desarrollar adaptaciones fisiológicas que les permitiera respirar, encontrar su alimento, desplazarse y reproducirse en un ambiente totalmente nuevo.
Un cuerpo hidrodinámico mejora el nado. Por lo tanto, las extremidades posteriores (es decir las “piernas”) desaparecieron, dando lugar a la aleta caudal y horizontal. La aleta caudal, es decir “la cola”, es muy musculosa y genera la fuerza de propulsión, con movimientos hacia arriba y hacia abajo. Otra característica que ayudan a tener un cuerpo más adaptado al nado es el desarrollo de la mandíbula en forma de hocico hacia adelante, generando una forma fusiforme. Además de eliminar aquellas estructuras que generan resistencia al agua, como los pabellones auditivos (“orejas”).
Foto: Camila Contreras.
En cuanto a la respiración, los orificios nasales (espiráculos) se desplazaron a la parte delantera de la cabeza. Esto le permite nadar y respirar en la superficie al mismo tiempo. Estos orificios tienen una válvula que evita la entrada de agua a sus pulmones al zambullirse. El oxígeno se transporta y almacena en los músculos de una forma muy efectiva, lo que le permite poder bucear a grandes profundidades por mucho tiempo. Además, cuando bucean el oxígeno lo distribuyen a órganos vitales, y bajan la intensidad del ritmo cardíaco (bradicardia), y así bucear la mayor cantidad de tiempo.
Se puede apreciar espiráculos y soplos (momento de respiración) de ballenas en aguas chilenas. Foto: Gonzalo Muñoz (izquierda y medio), Camila Contreras (derecha).
También desarrollaron una gran capa de grasa para aislar térmicamente las bajas temperaturas y darle flotabilidad a su cuerpo en el medio marino.
La audición es el sentido más desarrollado en los cetáceos. En el océano, el sonido viaja más rápido y más lejos. Estos animales utilizaron esta ventaja a su favor, y frente a un océano donde la visibilidad es un privilegio, ya que la luz no ingresa a toda la columna de agua, el sonido se convirtió en una herramienta fundamental para encontrar alimentos, comunicarse con adultos y crías, cortejos en época de reproducción, comunicación a larga distancia, identificación de amenaza y ubicación en el espacio, entre otros. Los cetáceos como las ballenas pueden producir sonidos a una frecuencia menor a la que nosotros escuchamos intencionalmente, conocido como vocalizaciones. En el caso de los delfines, cachalotes y orcas, por ejemplo, utilizan el sonido para localizar presas y evitar obstáculos a través de la ecolocación. Envían un sonido al espacio, que al golpear con el objeto, se refleja y el eco que recibe devuelta el animal se traduce en información sobre el tamaño, forma, ubicación y dirección del objeto. Increíble no? Si quieres escuchar las vocalizaciones de una Ballena Jorobada, lo puedes hacer aquí.
Foto: Camilia Contreras.
Las ballenas, se clasifican en el grupo de los Misticetos. A diferencia de los Odontocetos (grupo de delfines, orcas, cachalotes) poseen una estructura bucal llamadas Barbas, tejido de queratina el cual sustituye a los dientes y se encuentran en la mandíbula superior. Estas cumplen la función de filtrar el agua y tomar los pequeños invertebrados que son su alimento: como el Krill. Además, los Misticetos tienen dos orificios nasales (espiráculos) , y por lo general son el grupo más grande, con animales que van desde los 7 a los 30 m de longitud.
En el mundo existen once especies de Misticetos, y en Chile es posible visualizar ocho de estas especies. Aquí te las presentamos:
Ballena Franca Austral (Eubalaena australis)
Estado de conservación: la sub-población de Chile y Perú se encuentra en peligro crítico de conservación. Longitud: 11 a 18 mts. En su cabeza tiene callosidades que varían según el individuo.
Foto: Banco de Imágenes.
Ballena Azul (Balaenoptera musculus)
Estado de conservación: en peligro (IUCN). El gigante del mar, longitud: entre 24 y 27 mts.
Es de color azul.
Ballena Fin (Balaenoptera physalus)
Estado de conservación: en peligro (IUCN). Longitud: entre 18 y 25 mts. Su soplo puede alcanzar hasta 6 mts.
Ballena Sei (Balaenoptera borealis)
Estado de conservación: en peligro (IUCN).Longitud: hasta 21 mts de largo. Por lo general tiene cicatrices en su dorso, las que son de tonalidades más claras. Su dorso es de color negro azulado.
¡En el Museo de Historia Natural de Chile, en Santiago, hay un esqueleto de Ballena Sei!
Ballena Jorobada (Megaptera novaeangliae)
Estado de conservación: riesgo menor (IUCN). Longitud: 15 a 17 mts. Color negro brillante y blanco en el cuello y vientre. Muy famosa por sus bailes y danza de burbujas para conseguir alimento.
Foto:Diego G. Tirira, bioweb.bio, PUCE.
Ballena Minke (Balaenoptera bonaerensis)
Estado de conservación: casi amenazada (IUCN), pero no se llega a tener un consenso frente al estado de esta especie. Longitud: entre 7 y 10 mts. Color gris oscuro y vientre blanco.
Ballena Franca Pigmea o Ballena Enana (Caperea marginata)
Estado de conservación: preocupación menor (IUCN). Longitud: máximo 5 metros.
Su soplo es casi invisible. Es muy difícil avistar esta especie de Ballena.
Ballena de Bryde (Balaenoptera edeni)
Estado de conservación: conservación menor (IUCN). Longitud: máximo 15 mts. De color gris oscuro.
Las aguas y costa de Chile son áreas de transición, migración, alimentación, crianza y socialización. Por ejemplo, la zona del Golfo de Corcovado, es una de las zonas más productivas y diversas de Sudamérica. En ella se pueden encontrar grandes grupos de crianza y alimentación de Ballena Azul. Pero las distintas especies de ballenas, no solo se pueden encontrar en este lugar, si no que en distintas abundancias pueden ser avistadas a lo largo de toda la costa chilena, incluso en Isla de Pascua y la Isla Salas y Gómez del Archipiélago de Juan Fernández. Huck-Gaete et al., 2014 documentó avistamiento de Ballena Azul, Minke y Jorobada en las aguas cercanas a estas islas. En este artículo, pueden conocer más lugares en donde es posible avistar ballenas.
¿Cuál es el rol del gran gigante en el océano?
Estos animales juegan un rol fundamental en el reciclaje de nutrientes debido a sus conductas alimentarias y patrones de migración en las distintas profundidades en la columna de agua.
Las superficie del océano, es una zona en la que los nutrientes se vuelven un recurso limitado para el fitoplancton y demás organismos, especialmente el Hierro, nutriente esencial en la fotosíntesis. Las ballenas se alimentan mayoritariamente de Krill un pequeño crustáceo rico en Hierro. Cuando las ballena digiere su alimento y se dirige a la superficie, su materia fecal funciona de abono para esta zona, haciendo disponible nutrientes para que el fitoplancton crezca (si, aunque suene grotesco y no lo crean, la caca de ballena es muy importante para la superficie del océano).
Por otra parte, el cuerpo de las ballenas, durante su vida, se transforma en un gran reservorio de carbono, proteínas y lípidos. Estamos hablando de animales que pueden llegar a pesar hasta 160 toneladas. Al morir por razones naturales, en aguas oceánicas, estás se hunden, llevando a las comunidades bentónicas (del fondo marino) todo su cuerpo como materia prima de nutrientes para organismos detritívoros. Se han encontrado registros de que en un esqueleto de ballena de 20 m en la costa oeste de Estados Unidos, se formo una comunidad de organismos que al desintegrar este material devuelven los nutrientes a los ecosistemas (Smith 2005).
En términos de servicios ecosistémicos, para muchas comunidades, las ballenas son una fuente económica a través del ecoturismo y sus avistamientos. En el 2010, solo en la zona del golfo de corcovado, se documentaron 11 operadores que brindan servicios de avistamiento de ballenas y otros cetáceos (Catalán et al 2010). Pero si bien este es un recurso económico para muchas familias, es de suma importancia que esta actividad este regularizada y se realice siguiendo estándares que no pongan en peligro la integridad del mamífero marino.
Foto: Gonzalo Muñoz.
Como dijimos anteriormente, el sonido y la capacidad auditiva de las especies de ballena son esenciales para su sobrevivencia. Actualmente uno de los mayores desafíos es la contaminación acústica, sonidos producidos principalmente por el tránsito de barcos, exploraciones que involucren dinamitar el fondo marino, actividad naval, construcciones, etc (Colpaert et al 2016). Las principales consecuencias, es que al aumentar la cantidad de ruido en la zona donde ellas se encuentran, dificulta el reconocimiento de sonidos que los propios animales utilizan para su comunicación, disminuyendo así el rango de comunicación entre ellos.
Esto se traduce en un gran desafío para todos, en primer lugar ya que es necesario entender que rol juega la comunicación de una especie en específico, teniendo en cuenta las características físicas, biológicas y sociales del sonido, y a la vez como integrar esta información a políticas que logren balancear las actividades antropogénicas con la vida de estos mamíferos tan importantes.
Espero que este artículo los haya acercado un poco al mundo de los mamíferos marinos. La interacción humano-mamífero marino es compleja, pero, si entre todos nos dedicamos a conocerlos, y entender que ambos compartimos el mismo espacio, sin la necesidad de perjudicarlos, se pueden lograr grandes cambios.
Para finalizar les recomiendo esta guía didáctica de Fundación Meri "Guía Didáctica de Cétaceos", en donde se explican en más detalles cómo son los soplos y perfiles de inmersión, características que ayudan a su identificación. La pueden descargar aquí (información de esta guía fue utilizada para realizar esta columna).
También, pueden dejar volar su creatividad, descargar las siguientes ilustraciones de Ermitaño e intervenirlas como más quieran! Ideal para hacer con los pequeños de la casa, pintar una Ballena Jorobada, y Krill, el crustáceo más deseado por este grupo de animales. Pueden visitar su instagram aquí.
Para realizar esta columna utilizamos la siguiente información:
Bowen, W.D. (1997). Role of Marine Mammals in Aquatic Ecosystems. Mar Ecol Prog Ser., 158: 267-274.
Copaert, W., Landea, R., Chiang, G., Sayigh, L.(2016). Blue Whales of the Chiloé-Corcovado Region, Chile: Potential for anthropogenic Noise Impact. Proc. Mtgs. Acoust. 27, 040009; doi: 10.1121/2.0000304
Darmangeat, P., Levet, V., Mauris, E., Louisy, P., Maître-Allain, T., Chaumeton, H. (2012). Animales del Mar: Peces, Ballenas y Delfines. Susaeta Ediciones, S.A. Madrid.
Guala, C., Hucke-Gaete, R., Ruís, J. (2010). Whale-Watching Opportunities in Northern Patagonia, Chile. Pacific News (35): 23-27.
Hucke-Gaete, R., Aguayo-Lobo, A., Yancovic-Pakarati, S., Flores, M.(2014). Oceanography and Marine Resources of Oceanic Islands of Southeastern Pacific. Lat. Am. J. Aquat. Res., 42(4): 743-751.
Smith, C. (2005). Bigger is Better: The Role of Whales as Detritus in Marine Ecosystems. In: Whales, Whaling and Marine Ecosystems, ed., University of California Press.
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